Patrimonio Cultural

La isla conserva una multitud de paisajes culturales y un extenso patrimonio construido, en su mayoría asociado al mundo rural.

Muchos de los paisajes de la isla son auténticos paisajes culturales únicos en aridez, que han pervivido hasta nuestros días. Las gavias, nateros y cadenas, sistemas que combinan el aprovechamiento de la tierra y del agua, son sistemas idóneos para la agricultura de conservación de suelo, una forma secular y sostenible de aprovechamiento de la naturaleza.

Por otro lado, existe un rico patrimonio construido, donde destacan los molinos y molinas, los aprovechamientos ganaderos (gambuesas o resguardos), junto a otros elementos como los hornos de cal o las Salinas costeras. Podemos visitar 80 bienes de interés cultural y 15 museos dedicados a una variedad de temas (sal, vulcanologí­a, agricultura, pesca, arqueologí­a, etnografí­a).

El producto tradicional más importante es el queso majorero, con denominación de origen y premiado en numerosos certámenes internacionales. Entre los productos de la huerta destacan el tomate, los tunos y los higos. Existe también, una gran variedad de pescado fresco y destaca el pescado jareado a la forma tradicional. La carne de cabra y el puchero completan el arsenal gastronómico de la isla. Como en el resto de las islas, el mojo y las papas arrugadas acompañan todos los platos. Entre los productos agrícolas cultivados también se encuentran el aloe y la tunera.