Ecosistemas

La zona marina de la Reserva posee una gran riqueza, tanto en especies como en ecosistemas marinos. Desde los charcos intermareales y zonas húmedas costeras que se inundan periódicamente, hasta los veriles y bajas costeras sumergidas, pasando por las praderas de algas pardas, los blanquizales y los sebadales (auténticos oasis de vida marina) para acabar en las playas de arena dorada o negra según su origen volcánico u orgánico.

En la zona terrestre destacan los sistemas dunares y de playas; las praderas semidesérticas de la costa oeste, hábitat ideal de aves esteparias; los macizos montañosos de Jandí­a y Betancuria con reductos de vegetación termófila de los bosques de laurisilva ya desaparecidos que ocuparon zonas más extensas de la isla; y las coladas volcánicas y malpaí­ses.